Una sombra se cierne
sobre el bosque, su ahorquillada cola,
profundamente escotada, las manchas blancas muy conspicua situadas al
lado de las puntas negras de las alas, inconfundible, el Milano Real (Milvus
milvus). Su vuelo en extensos círculos, de manera indiferencia, sobre una
ladera o una llanura. Su batir de alas lento y pausado, incansable, sin perder
de vista el suelo, aprovechando repentinamente las corrientes termales,
ascendiendo a gran altura en giros amplios. Qué belleza observarlo, que tristeza
su declive a causa de venenos, la necesidad de algunos del control de
depredadores, una vez nosotros llevamos a que una especie se encuentre
catalogada en el Real Decreto 139/2011 En Peligro de Extinción.
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